Por: Julio Ríos / UdeG
7 de diciembre de 2019.-La niñez abandonada a la voracidad de los sacerdotes y pederastas y las contradicciones e incongruencias de la iglesia católica para combatir este flagelo en una sociedad complaciente y esquiva, se confrontan en el libro “La niña y el Sacerdote“, de la autoría de Roberto Castelan Rueda.
Este volumen fue presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro. Basado en un hecho real, narra como un sacerdote violó a una niña de 13 años y la sometió hasta convertirla en su pareja.
El mismo autor, Roberto Castelán, poseedor de una prosa intensa, ofreció una probadita de este título, a quienes acudieron a la presentación.
“Creí que había llegado al cielo.Me pellizqué para ver si estaba soñando o estaba muerta. De ese viaje tengo muy bellos recuerdos y pocas fotos, porque él decía que no era conveniente que nos tomáramos fotos porque después podrán andar circulando, y quedar en manos de gente sin escrúpulos. Y que las pueden usar para perjudicarlo en su carrera a el obispado. Así decía. A mí no me importaba mucho y estaba ahí aprendiendo de memoria todas las iglesias de Roma, las tumbas de los papas y de los santos. En ese primer viaje sentí la presencia de Dios a mi lado, como si fuera él quien me mostraba los detalles de los altares, los títulos de cada templo”, dijo.
Tal y como se describe en la contraportada del libro. Esta historia basada en un hecho real, da pie al autor a reflexionar sobre una de las graves amenazas a la misión evangelizadora de la Iglesia Católica: la pederastia clerical.
“Porque siempre me hacen esa pregunta: no es un ataque a la iglesia. Esto es algo que daña a la misión evangélica de la iglesia y que hay que denunciarlo, hay que sacarlo, hay que exhibirlo”, dijo.
Roberto Castelán Rueda, es doctor en Historia por la Universidad de París. No sólo ha sido académico sino también autor de diversos libros de ensayo y novela y comentarista y artículista en medios de comunicación tradicionales y digitales.
Este nuevo libro es publicado por Editorial La Zonambula.