16 de octubre de 2021.-El uso generalizado de motocicletas en Lagos de Moreno se ha convertido en un dolor de cabeza para la autoridad municipal porque pocos son los conductores que se niegan a acatar ley en cuestiones elementales como portar casco y placas.
Por eso cuando se llevan a cabo operativos como el realizado este viernes por la noche por la autoridad municipal es relativamente fácil llenar las grúas con motos de conductores que están circulando en la ilegalidad.
¿Qué pasa en Lagos?
Es evidente que el uso de motocicletas se han ido incrementando de manera significativa en las calles de Lagos de Moreno, como respuesta a un pésimo servicio de transporte público, a la necesidad de moverse de forma rápida en la ciudad, además de sumarse la falta de cultura del uso de la bicicleta en la parte más plana de Lagos.
Comprar una motocicleta (por menos de 20 mil pesos) es mucho más accesible que hacerse de un auto, y además hay muchas facilidades para pagarlas.
Pero luego de comprarla empiezan los problemas: comienzan a circular en la motocicleta sin placas ni nada.
El Artículo 44 de la Ley de Movilidad de Jalisco dice que para circular con motocicleta se debe:
Estar inscrito en el registro estatal (para poder tener las placas)
Contar y portar siempre la tarjeta de circulación
Contar y portar siempre con constancia o póliza de seguro vial vigente (que garantice los daños y perjuicios contra terceros)
Contar y portar con licencia o permiso para conducir motocicleta vigente
Además se debe de portar casco para protección personal y un chaleco que traiga visible el número de placas.
Aquí está el problema, la falta de cumplimiento de todos los requisitos, generando entonces molestia generalizada entre los conductores de motos al sentirse acosados por la autoridad, cuando el origen del problema es la necedad del incumplimiento de la ley.
Hace tres años, al inicio de la primera administración del Presidente Municipal Tecutli Gómez, también se dieron este tipo de operativos, ofreciendo luego facilidades a los motociclistas para recuperar sus vehículos, en una especie de advertencia para que los propietarios tomaran en serio la necesidad de regularizarse.
Tres años han pasado y los motociclistas siguen en las mismas.
