Por: Celia Espinoza
22 de julio de 2018.- Con fe y devoción cientos de personas se dieron cita para participar en la tradicional “subida” de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario de la parroquia de la Asunción a su templo, que regresa después de haber peregrinado por el decanato por poco más de dos meses.
Fueron cinco bloques con diversos grupos de danzas, bandas de guerras, músicos, carros alegóricos, mojigangas, grupos juveniles y de coros, así como feligreses que caminaban para rendir honor a esta imagen en el siglo pasado fue elegida como el patrono de Lagos y que con este evento se anuncia el inicio de las tradicionales “Fiestas de Agosto”.
El próximo miércoles 25 de julio iniciará el novenario en su honor para celebrar la gran fiesta el lunes 6 de agosto.
Los locatarios del mercado “chico” Roque García como cada año, decidieron colocar un arco decorativo, así como poner el típico tapete de aserrín y piñata en forma de granada, que se abrió con pétalos de flores justo cuando la imagen paso por ese lugar.
Previo al paso de la imagen de Nuestro Padre Jesús por el mercado “chico”, la imagen de la María en su estampa de “La Dolorosa” aguardaba su llegada para juntos ser cargados en hombros por los meseros y otros voluntarios, rumbo al templo de El Calvario.
El Obispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, junto con algunos sacerdotes y seminaristas participó en la peregrinación e hizo varias paradas para ir a dar la bendición a feligreses que participaron como espectadores.
Los fieles congregados en las calles, demostraron que a Nuestro Padre Jesús no sólo se le reza, también se le canta, se le baila, se le aplaude en su paso y se peregrina con túnicas color morado, todo como una muestra de fe personal, pero también de una fe popular.
Al final de los todos los participantes, como también ya es tradición apareció el contingente de charros encabezados por la próxima reina de la Feria de Lagos, Joselyn Muñoz.
Los charros lucieron sus vestidos de gala, resaltando al deporte nacional por excelencia que va de la mano con la fe católica.
La multitud ratificó su fe y se unió a la tradición católica en la que también plasman sus peticiones y agradecimientos por “algún favor o milagro recibido”, así lo mostraron algunos peregrinos que incluso caminaron descalzos.
Muchos padres de familia cargaban en sus brazos a sus hijos, a lo que vistieron con la túnica morada. Pero también hubo jóvenes y adultos que hicieron lo mismo, como “agradecimiento por el milagro que le pedí”, comentaron algunos.
Algunas familias elaboraron altares por el tramo del recorrido.
También fue llamativo que cada vez más participan más niños en los grupos de danza con el “típico loco”, en las mojigangas, en los grupos musicales, bandas de guerra, entre otras agrupaciones que resaltan en la procesión.