Por: Marco Gallardo
27 de febrero del 2019.- Francisco Yael Ibarra, alumno del CBTis 262, fue despedido este miércoles por cientos de personas que acudieron tanto al velorio en Funeraria Muñoz como a la misa de cuerpo presente en la Parroquia de la Asunción.
De sólo 16 años, el adolescente fue levantado el lunes por la noche por dos personas que se lo llevaron en una motocicleta. Su cuerpo fue encontrado ayer martes, provocando una indignación generalizada en Lagos de Moreno.
Esta mañana compañeros de Yael marcharon desde el plantel a Funeraria Muñoz, lugar donde los familiares del joven se encontraban velando el cuerpo.
Más tarde, con globos blancos, mensajes de aliento y con la banda de guerra de la institución, el féretro de Francisco fue acompañado por decenas de personas hasta la Parroquia de la Asunción, donde se encontraban el resto de los alumnos del CBTis, pertenecientes a ambos turnos; así como estudiantes de la Preparatoria Regional de Lagos de Moreno y personas conmovidas por el trágico suceso.
A su llegada, el cuerpo del joven fue escoltado por familiares y amigos, los cuales portaban playeras con la foto de Yael; mientras el párroco daba las condolencias a la familia y hacia sus labores.
Fue en la misa que el padre dio aliento a los padres del joven; explicó a los jóvenes que habían conocido a Yael mantener y honrar su recuerdo.
“Francisco sigue corriendo por sus venas, está en su sangre, pero que coraje de decir lo traigo en las venas y no lo puedo abrazar, lo traigo en la mente y no lo puedo ver. Pero todos lo traen en su corazón. Todos lo van a traer en su corazón por toda su vida (…) Estos papás destrozados, sus compañeros, la ciudad de Lagos de Moreno clamamos la justicia, clamamos la paz”, mencionó el presbítero.
De igual manera, el padre exhortó a la comunidad a mantenerse unidos en estos momentos difíciles para la ciudad; clamó por el “amor”, el cual, según explicó será el principio de la paz para el Municipio.
“A todos nos duele, a todos nos cuesta decir: ¿por qué señor? Ahora debemos de unirnos, no estar juntos, estar unidos, estar motivado a ser una ciudad unida en la paz (…) De que necesitamos justicia, de que la ciudad necesita un ¡Basta ya!, que necesitamos unirnos pacíficamente y necesitamos apoyar a estos padres. No se trata de culpar a alguien, se trata de unirnos ahorita en el amor”, exhortó el párroco.
Para finalizar, el sacerdote aconsejó a los jóvenes cuidarse y no “tratar de comerse el mundo, porque el mundo se los come primero”.
Al final la ceremonia religiosa, el decenas de estudiantes acompañaron a la familia a las afueras de la parroquia, donde se encontraba la banda de guerra del CBTis, al igual que un mariachi el cual tocó durante el recorrido de la carroza.
