Por: Julio Ríos / UdeG
29 de enero de 2020.- Aunque la actividad del turismo religioso en torno a la virgen de San Juan de los Lagos deja una derrama económica de 4 mil 250 millones de pesos anuales, el medio ambiente y el entorno ecológico se están degradando, al grado de que algunas especies endémicas han ido desapareciendo.
El investigador del Centro Universitario de los Lagos (CULagos) de la Universidad de Guadalajara, doctor Simón Pérez Romero, indicó que esta imagen tiene un fuerte impacto económico y social, sobre todo por el turismo religioso y cultural.
“En este peregrinar a pie, con trayectos de varios días, vemos que el motivo que lleva a las personas a desplazarse a San Juan es la fe. Lo interesante es que estas caravanas no son de personas mayores en su mayoría, sino también de gente joven. Por tradición se ha continuado. La ciudad de San Juan se prepara para recibir, desde mediados de enero, a los peregrinos, y se estiman cerca de 600 mil personas que van a llegar ahí. Son alrededor de 7 millones al año”, añadió Pérez Romero.
Esto genera un impacto que dinamiza y activa a la economía de la región Altos Norte, con una derrama económica de alrededor de 4 mil 250 millones de pesos anuales. Tan sólo el 2 de febrero, la Secretaría de Turismo calcula una derrama de 400 millones.
Los peregrinos consumen en diferentes gamas de servicios como hospedaje, alimentación y venta de artesanías o productos locales como cajeta o dulces tradicionales. Los feligreses provienen de Ciudad de México, Guanajuato, Puebla, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas, y Estado de México, entre otros.
Pérez Romero especificó que el CULagos realiza estudios como el de “Agenda de competitividad de San Juan de Los Lagos”, y además se preocupan por formar en las aulas a quienes habrán de heredar los negocios del lugar.
Daños ambientales
Sin embargo, este fenómeno turístico deja impactos en el medio ambiente, subrayó el investigador del CULagos, doctor Mauricio Larios Ulloa.
Explicó que los 7 millones de personas al año deben comer o ir al baño, y no hay un manejo adecuado de residuos plásticos ni de desechos orgánicos, con lo que se produce contaminación y focos de infección gastrointestinal. Tan sólo el 2 de febrero, Día de la Candelaria, se generan alrededor de 100 toneladas de basura.
“Llevamos seis años implementado una limpieza de la Mesa Redonda, una altiplanicie de 3 mil metros muy conocida en Lagos de Moreno. Ese símbolo paisajístico es punto de encuentro para los peregrinos, de campamentos y de acumulación de los desechos. Ahí estudiamos especies endémicas de cactáceas”.
“Se hace urgente limpiar los residuos ahí cada que se van los peregrinos. Sé que es simbólico, pero es parte de la formación académica de los estudiantes, sobre todo de la carrera de Ingeniería Bioquímica del CULagos. Pero no es suficiente porque son demasiados los desechos que se acumulan y genera la pérdida de la biodiversidad. Y la región alteña es castigada en ese sentido”, declaró Larios Ulloa.
Aseguró que, derivado de estas actividades turísticas, existe una visible disminución de las especies cactáceas endémicas. El último diagnóstico que realizó (de 2013 a la fecha), evidenció que la especie más afectada fue la Mamilaria politele, conocida coloquialmente como biznaga, que desapareció del paisaje.
“Si los estudios se ampliaran a otras especies vegetales o animales, como los roedores, seguro habría resultados catastróficos”, alertó Larios Ulloa.
Por ello, consideró que “la UdeG debe de asumir un papel importante para difundir lo que está pasando. No se puede conservar lo que no se conoce. Quizá los peregrinos no saben lo que están causando. La falta de información es causa de la pérdida de biodiversidad”.
El también investigador del mismo campus, maestro Felipe de Jesús López Contreras, recordó que la devoción a la Virgen de San Juan es el segundo culto mariano más importante del país.
“En cierto modo, se trata de una descentralización de la divinidad, pensada para habitantes del Norte del país y el Bajío. Esta imagen les acercó a la figura de la virgen”.
Pormenorizó que ha investigado a la Virgen de San Juan desde sus orígenes, y encontró que la imagen surgió “como una red de intereses particulares”, y adquirió fama a partir de las llamadas “giras limosneras” en 1639. Hoy por hoy, el culto goza de cabal salud.
“Contrariamente a lo que muchos creen, este tipo de cultos no tienden a desaparecer, pero sí se ha cambiado la forma en que las nuevas generaciones expresan su religiosidad, aunque las peregrinaciones continúan”.
“Algunos ya no lo toman sólo en términos religiosos, sino como una especie de vacaciones. La presencia de la Virgen de San Juan de los Lagos es tan extendida que en Estados Unidos de América hay templos erigidos en su nombre”, indicó López Contreras.