Por: Celia Espinoza
11 de mayo de 2017.- La Diócesis de San Juan de los Lagos incrementó el número de sacerdotes con la ordenación de 12 nuevos sacerdotes provenientes de los municipios de los Altos de Jalisco.
Los presbíteros recién ordenados por el Obispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe son: José Sergio Aceves Gutiérrez, Luis Jairo Hernández Pérez y Eduardo Barba Morales de Tepatitlán de Morelos.
También se ordenó a Erik García de Capilla de Guadalupe; José de Jesús Padilla Vázquez de San Julián; Juan de Dios Torres Muñoz de Santa María de Guadalupe; Antonio Carbajal de Cañadas de Obregón; Julio César Pérez Gallo de Yahualica; Diego Antonio de Arandas; Horacio Monreal Padilla y Elías Gómez de Tototlán y Javier Lomelí de San Gaspar de los Reyes.
De los nuevos sacerdotes se destinó a Lagos de Moreno como vicarios a Antonio Carbajal a la Parroquia de La Asunción; Javier Lomelí a la Parroquia del Señor de los Trabajos en la colonia La Aurora; Horacio Monreal en la Parroquia de San Francisco Javier en Lomas de Valle y Juan de Dios Torres en la Parroquia de Cristo Rey.
A la casa pastoral Juan Pablo II se dieron cita cientos de feligreses y decenas de sacerdotes para testificar la fe y la vocación del sacerdocio de los nuevos apóstoles de la Iglesia Católica; aunque los más motivados fueron los seminaristas.
En la celebración eucarística las familias de los nuevos sacerdotes los acompañaron hasta el altar en donde los doce ratificaron su compromiso por “ser pescadores de hombres”.
Por su parte, el Obispo Jorge Cavazos en su homilía dijo: “…la vida del sacerdote es una vida que motiva la esperanza a nuevos y buenos tiempos”.
También los invitó a ser eficaces en el amor y servicio a los demás y resaltó que “el espíritu del señor está sobre los que ha ungido. […]. Al enviarnos a servir se habla de características muy particulares, es jurar, anunciar, proclamar, sanar y ser ministros de Cristo, y que a dónde nos envía nos conduce a él y nos envía a servir a unos y a otros”.
Enseguida invitó a los asistentes y a toda la comunidad a apoyar a estos nuevos sacerdotes para que cumplan la misión de ser testigos de la fe en la iglesia católica.
Después los 12 diáconos formados frente al altar y ante el Obispo aceptaron ejercer el sacramento del sacerdocio y con voz enfática y al unísono dijeron “si quiero” a la invitación de ser predicadores de la palabra de Dios, orar continuamente, unirse a Cristo, procurar la salvación de los hombres, a la obediencia y el amor como apósteles para estar al servicio de la comunidad.
Enseguida, los recién ordenados sacerdotes se postraron en el piso ante el altar y con entusiasmo se pusieron de pie para ser ungidos por los sacerdotes asistentes.
Casi al final de la misa se les dio a conocer el destino y misión que van a desempeñar cada uno de los recién ordenados.