19 de junio de 2025.- México ha dado un paso significativo en la protección de los derechos laborales con la entrada en vigor de la Ley Silla el pasado 17 de junio. Esta reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) garantiza el derecho de los trabajadores a descansar sentados durante su jornada laboral, una medida largamente esperada que busca prevenir problemas de salud asociados con el trabajo de pie prolongado.
La iniciativa, impulsada con fuerza por la bancada de Movimiento Ciudadano, busca establecer condiciones laborales más humanas y saludables. El diputado federal Tecutli Gómez, del Distrito 02 Altos Norte, celebró la implementación de la ley, afirmando que “A partir de hoy, ningún trabajador o trabajadora tendrá que permanecer de pie durante horas mientras realiza sus labores”. Esta victoria es el resultado de años de lucha, con contribuciones de la sociedad civil y activistas comprometidos.
Uno de los nombres clave detrás de esta reforma es la senadora Patricia Mercado quien presentó la propuesta inicial en 2023. Su liderazgo ha sido fundamental, siendo descrita como una “incansable defensora de los derechos laborales y de las causas ciudadanas”.
La diputada local Daniela López, también de Movimiento Ciudadano, enfatizó que la Ley Silla es una “conquista de justicia y dignidad”, declarando: “Hoy ganamos todas y todos. Por fin se reconoce el derecho a sentarse. No era comodidad, era justicia. La Ley Silla ya es ley. Y vamos por más”.
Detalles Clave de la Nueva Normativa:
La Ley Silla establece la obligación para los empleadores de proporcionar un asiento o silla adecuada con respaldo para que el personal pueda descansar periódicamente. Además, prohíbe expresamente que las empresas obliguen a sus empleados a desempeñarse de pie durante todo su horario de trabajo.
Si bien la reforma no especifica un número fijo de minutos de descanso, sí enfatiza que se debe permitir el uso de sillas para pausas intermitentes, especialmente en momentos en que no haya atención directa al cliente u otras tareas que impidan sentarse. Los especialistas han recomendado que, para prevenir daños físicos, se procure permitir sentarse al menos cinco minutos cada hora en jornadas prolongadas.
Esta ley aplica en todo el territorio mexicano y es obligatoria para empresas de diversos sectores, incluyendo comercio, servicios, tiendas de autoservicio, departamentales, farmacias, atención al cliente, seguridad, y restaurantes, así como cualquier otro entorno donde el trabajo se realice principalmente de pie con lapsos inactivos.
El objetivo primordial es prevenir afectaciones a la salud como várices, lesiones musculoesqueléticas, fatiga crónica y problemas circulatorios, comunes en trabajos de larga duración sin descanso físico.
Implementación y Sanciones:
Aunque la ley entró en vigor el 17 de junio, se otorgó un plazo de 180 días naturales para que las empresas adecúen su normativa interna, lo que significa que el cumplimiento pleno será exigible a partir del 14 de diciembre de 2025.
Durante este periodo de transición, las empresas deben prepararse, aunque la mejor práctica es implementarlo lo antes posible para prevenir riesgos a los empleados.
Asimismo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) emitirá los lineamientos específicos sobre riesgos posturales y tipos de sillas antes del 17 de julio de 2025.
El incumplimiento de la Ley Silla puede acarrear severas sanciones económicas para los empleadores. Las multas oscilan entre 28,285 y 282,850 pesos (de 250 a 2,500 veces la Unidad de Medida y Actualización – UMA).
En casos de reincidencia, la STPS tiene la facultad de suspender temporalmente las operaciones del centro de trabajo, lo que representa un impacto económico considerable. La cuantificación de la sanción considera la intención, gravedad de la infracción, posibles daños, capacidad económica del infractor y la reincidencia.
Las denuncias por incumplimiento pueden presentarse de forma anónima a través del portal oficial de la STPS o la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET). Este marco legal no solo busca garantizar un derecho fundamental al descanso, sino también impulsar un cambio cultural en el entorno laboral mexicano hacia condiciones más dignas y humanas.