Por: El Río Redacción
18 de enero de 2021.- Don “Toto”, Eduardo Guzmán Hernández, sabía hacer equipo y más si se trataba de apoyar el beisbol, su deporte favorito. En el año 2018 se puso de acuerdo con Don Joaquín González Buz y juntos invirtieron para mejorar el Campo Deportivo y el Estadio Panamericano.
Los dos grandes amigos ya están juntos de nuevo. Don Toto murió este martes dejando atrás el recuerdo de un empresario generoso.
Don Eduardo, quien comercializaba en Lagos las pinturas Sherwin Williams y Comex, fue de abril de 2019 a la fecha el Presidente del Patronato de las Instalaciones de la Feria y su trabajo se notó con mejoras evidentes a las instalaciones.
Don Eduardo Guzmán (camisa morada) en una de las actividades de la Feria 2019
A la mente se viene el recuerdo una tarde muy especial para Eduardo Guzmán. El 10 de noviembre de 2018, sentado en las gradas del Campo Deportivo, se emocionaba viendo el partido donde participaba la selección de Lagos en el Campeonato Nacional de Beisbol Master 50 que se trajo a Lagos de Moreno junto con Don Joaquín.
En el partido jugaba con la Selección Jalisco un amigo muy especial, Armando Reynoso, un profesional de la pelota caliente que también ayudó a que este campeonato se hiciera en Lagos.
Armando Reynoso en el Campeonato Nacional Master 50
Ese día Don Toto recordaba que no le cayó nada bien que el equipo Charros de Jalisco dejara de hacer su pretemporada en Lagos por culpa de la falta de mantenimiento del estadio por parte de la administración municipal anterior.
Foto cortesía de Sergio Hernández Márquez
Él quería para Lagos una escuela profesional de beisbol, como esa famosa de Pastejé y ya para eso llevaba pláticas y llamadas y reuniones, pero el tiempo no le alcanzó.
Don Eduardo nació el 3 de enero de 1958, se casó con Martha Reyes Hernández y tuvo 11 hijos.
Hace casi 7 meses que murió Don Joaquín, en junio de 2020. Hoy Don Toto fue con su amigo y seguro que su primera charla será de la pasión que los unía, del rey de los deportes.
Don Toto y Don Joaquín
La siguiente crónica da cuenta de una tarde feliz de Don Eduardo Guzmán:
