19 de abril de 2024.-Morena y Claudia Delgadillo están muy enojados, no soportan que Pablo Lemus exhiba el enriquecimiento inexplicable de su candidata al Gobierno de Jalisco y su relación estrecha con personajes del PRI. Por eso echaron a andar la caja china, la estrategia para desviar la atención y denunciar a Pablo Lemus ante tan grave ofensa.
Pero en realidad lo que dijo el candidato fue exhibir la forma tan desproporcionada de su enriquecimiento con la compra de casas, y una en especial, su residencia en Puerta de Hierro, uno de los fraccionamientos más caros del país donde las residencias no valen menos de 50 millones de pesos.
Incluso esta casota se negó a incluirla en su declaración patrimonial a la que como funcionaria está obligada para transparentar el origen de sus recursos y la forma en que los políticos adquieren sus bienes.
Ante la autoridad electoral los de Morena argumentan que las palabras de Lemus en el segundo debate a la gubernatura resultaron tan ofensivas, que ahora gritan a los cuatro vientos que es “violencia política de género” y que eso merece hasta un castigo.
La casota que sin problema tiene un valor cercano a los 50 millones de pesos no la pagaría Claudia Delgadillo ni juntando todos los sueldos de funcionaria pública que recibió desde hace 25 años con el PRI, y tampoco el cargo más reciente como diputada federal.
Eso les enojó mucho a los priístas que ahora controlan la campaña a la gubernatura de Morena y que buscan con la denuncia desviar el tema, haciendo pasar como víctima a Claudia Delgadillo y evitar la fiscalización de los bienes de la candidata a la gubernatura.
Pero hay una razón más para su enojo con Pablo Lemus: en el debate le recordó a Claudia Delgadllo su muy cercana relación con Enrique Peña Nieto, la campaña que en su momento hizo contra Andrés Manuel López Obrador y su hipócrita postura de que ahora se muestra como una política sin mancha.
Ante tremenda exhibida, pidió ayuda a su equipo de campaña donde decidieron que la estrategia a seguir, para desviar el tema, era decir que Pablo Lemus había cometido “violencia política de género”, lo que por ningún lado va a prosperar.
El 7 de febrero de 2024 la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) consideró que la “violencia política de género” se refiere a impedir o complicar la participación política de una mujer y no tiene que ver con manifestaciones relacionadas a cuestionamientos o señalamientos que tienen que ver con asuntos públicos en el marco del derecho a la libertad de expresión.
El Tribunal subraya que una crítica severa sobre un tema público y de interés general no es un tema considerado como violencia política en razón de género.